Hijos de la Anarquía, tercera temporada

Año: 2008

Duración: 45 min.

Director: Kurt Sutter (Creator), Gwyneth Horder-Payton, Stephen Kay, Guy Ferland, Bill Gierhart, Paris Barclay, Kurt Sutter

Guionistas: Kurt Sutter, Misha Green, Dave Erickson, Chris Collins, Jack LoGiudice, Regina Corrado, Liz Sagal

Reparto: Charlie Hunnam, Ron Perlman, Katey Sagal, Mark Boone Junior, Kim Coates, Tommy Flanagan, Mitch Pileggi, Theo Rossi, Ryan Hurst, William Lucking, Dayton Callie, Johnny Lewis, David Labrava, Taylor Sheridan, Ally Walker, Winter Ave Zoli, McNally Sagal, Titus Welliver, Adam Arkin, Paula Malcomson, Hal Holbrook

Sinopsis: Serie de TV (2008-Actualidad). Serie centrada sobre un club de moteros (MC) que operan ilegalmente en la ciudad ficticia de Charming (California). (FILMAFFINITY)

Comentarios: La definiría como la temporada más floja de las tres con momentos de verdadera falta de rumbo en el que parece que los acontecimientos fluyen más por casualidad que por otra cosa.

La reina de esta sensación de incertidumbre es el personaje de Gemma Teller que se lleva la palma con alguna decisión que es para darle de hostias como si no hubiera ni Dios ni mañana.

El tema del robo del hijo de Jackson y las mentiras y secretos que surgen a partir de este hecho chirrían bastante y lo mismo ocurre con el asesinato de la chica y el joven irlandeses (segunda temporada) que profirió la agente Stahl y que ella misma echó sobre Gemma, inculpándola.

La cosa mejora cuando nos olvidamos de Charming y nos vamos a Belfast. Con el cambio de entorno cambia la canción del opening muy acertadamente para mi gusto dejando la letra sin tocar del temazo de siempre ("This Life" de Curtis Stigers & The Forest Rangers) pero abandonando la base de rock sureño y sustituyéndola por una magnífica melodía de origen irlandés. En Irlanda la intensidad de los acontecimientos aumenta y he conseguido creerme más lo que ocurría.

El puntazo viene con un capítulo final de órdago, el mejor de los finales de temporada hasta la fecha. Paradójico, sí, pero es lo que hay. Una temporada floja que va creciendo hasta estallar con un final de traca.