Duración: 102 minutos
Año: 2012
Director: Simon West
Reparto: Karl Urban (McCoy, Eomer), y al resto no los conoce ni su abuela, pero hacen unas actuaciones (increíblemente) buenas, sobre todo Olivia Thirby (la niña) y Lena Headey (la mala)
Sinopsis: Nueva adaptación al cine del comic homónimo llevado a la pantalla en 1995. En una violenta y futurista ciudad, donde la policía tiene la autoridad para actuar de juez, jurado y ejecutor, un equipo de policías con un aprendiz entre ellos, intentará acabar con una banda de narcos que trafican una droga que altera la realidad, el SLO-MO.
Comentarios: No me lo esperaba, de corazón que no
me lo esperaba. ¿Qué esperaba? Un castaña infumable a lo
"Battleship". ¿Qué me encontrado? Una
joya increíblemente hermosa. Y violenta. Oh sí. Un rato violenta.
Pero de la que mola. Jamás pensé que disfrutaría como he disfrutado
viendo como se rompe un cráneo a cámara ultra lenta, con
todo lujo de detalles y bastante (y acertado) realismo.
Peter
Travis (el director) consigue borrar del mapa el anterior intento de adaptar
Juez Dredd a la pantalla, la castaña protagonizada por Stallone. Y lo consigue
con unos encuadres, composiciones, tomas, my lejos de lo que esperábamos de una
película que tiene toda la pinta de ser serie B. No es un Nolan, pero es una película
increíblemente buena en cuanto a dirección artística, fotografía, música y
actuaciones. Puede que el guión no sea tan trascendental y épico como un
Origen... pero a los 10 minutos de película el guión ya me importaba un pepino.
Que tampoco digo que esté mal, ojo.
La adaptación al
cine del cómic satisfará hasta a los más puristas, Dredd de
la película es casi tan frío y fascista Hijo De Puta como
el del cómic (casi). Karl Urban interpreta a Dredd de forma tan
perfecta, que mantiene su cara de "mala leche \ rabia \ cinismo \
estreñimiento" no solo sin parecer ridícula (como lo hacía Stallone)
sino creíble... y acojonante. Los atuendos, las motos, las armas, la
sociedad de MegaCity01... es un futuro cercano, casi real. Distópico,
surrealista a veces, pero muy en sintonía con la naturaleza humana, es
tan... creíble. Y sin embargo, sigue teniendo las "flipadas"
del cómic.
Por
último, es la película que haya visto hasta la fecha que más
recomiendo ir al cine y verla en 3D, la entrada vale lo que cuesta. El director
aprovecha el guión, la droga llamada "Slow-Mo" (cámara lenta:
Slow Motion), un potente narcótico que nos permitirá ver la vida
sobresaturada y a cámara ultralenta, es la excusa perfecta para ver
tomas muy hermosas, por la fotografía, los encuadres... y hasta el 3D.
Desde el agua y los brillantes cristales rotos. Hasta cómo actúa una
onda de choque sobre la carne humana, o una bala pasando a través de
las mejillas, atravesando la mandíbula. En vez de darnos nauseas, está
hecho de forma que nos parezca de una estética preciosa. Es
una orgía de violencia... hermosa.
La
banda sonora es... extraña. Desde el Tron de Daft Punk, hasta el surrealismo
sonoro de Akira Yamaoka en sus Silent Hill, no encontraba
algo electrónico tan hermoso. Electrónico, todo ello. Haría que
un violín se suicidara si viera la partitura. Pero es perfecta para
la película. La banda sonora de "La Misión" te hace pensar en la
hermosura y pureza del alma, esta te hace pensar en "ostias como
panes", "FUUUUUUUUUUCK YEAH!!!" y no menos importante "MIRA
COMO MOLA MI MOTO". Es la leche, no hay otro adjetivo que le vaya mejor.
No vale para una tarde leyendo Tolstoi (a no ser que seas un fan muy duro),
pero es más que recomendable para devorar kilómetros en el coche.
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