La semana pasada TVE estrenó esta serie con bastante éxito, un 22,7% de cuota de pantalla y, la verdad, no es para menos. Después del éxito de otros dramas históricos como Los Tudor, que también emitió esta cadena, o La señora, parece que los espectadores estaban sedientos de más Historia.
La serie se centra en relatar el ascenso de la infanta Isabel (Michelle Jenner) hasta convertirse en reina de Castilla. Sin duda, la deuda de esta producción con Los Tudor es significativa, empezando por la manera en que durante este mes de agosto se ha promocionado, las escenas de sexo explícito así como la estética. En este último punto cabe destacar el esmerado vestuario que, sin llegar a contar con un presupuesto tan significativo como el de Enrique VIII, consigue resultados bastante buenos que agradan el espectador.
Ya digo que me sorprendió bastante la calidad de la serie así como que TVE decidiera guardarla en un cajón. Los diálogos son dinámicos y se intenta (desde mi punto de vista, acertadamente) utilizar un lenguaje con arcaísmos que ayudan a contextualizar a los personajes. Además, la historia parte desde un punto álgido (van a coronar a Isabel sin que el rey Fernando esté presente), lo que hace que el espectador se enganche fácilmente a la trama.
Otro aspecto que agradecí de la serie fue el tinte feminista que subyace a la trama. Después de series como Mad Men o, siento volver a insistir, Los Tudor, ver a una mujer que ostenta un cargo de poder que no lo consigue gracias a su cuerpo es un soplo de aire fresco.
Si tuviera que poner alguna pega se la pondría a la cantidad de personajes, tramas paralelas e intrigas que se presentan desde el primer episodio y que me dejaron un poco perdida. Espero que esta noche a las 22:30 se me despejen todas las dudas.
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