En una isla del Nuevo Mundo, los ciudadanos reclaman al G5 el paradero de los niños desaparecidos. El comodoro del G5 Yarisugi insiste en que murieron en un accidente y hace callar a todos los que dudan de ello.
En Punk Hazard, los niños vuelven a sentir la necesidad de consumir la droga de Ceasar, y Nami y Usopp no consiguen controlarles. En ese momento, Ceasar aparece con las drogas, dispuesto a llevarse a los niños.
En el lago central, el slime, conocido como Smiley resulta ser usuario de la fruta Sara Sara No Mi, que le concede la habilidad de transformarse en lagarto. Zoro, Brook, Sanji y Kinemon huyen de Smiley y se dirigen al centro de investigación, donde Vergo ha capturado a Luffy, Robin, Franky, Tashigi, Smoker y Law, encerrándoles en una jaula. Law desvela que Vergo no es un marine, sino un infiltrado que hace años se unió a la Marina bajo las órdenes de Joker y consiguió escalar posiciones hasta ser el jefe de la base del G5. Pero Law desvela más cosas: él también perteneció a la tripulación de Joker hasta que se separó para seguir su camino en solitario hasta convertirse en Shichibukai. Joker no es más que un nombre que usa para realizar sus acciones en las sombras, puesto que su nombre real es del del también Shichibukai Donquixote Doflamingo.
Impresionante episodio que nos desvela impactantes noticias: Doflamingo es algo más que un pirata a las órdenes del gobierno mundial, resulta que opera a espaldas del mismo usando a su tripulación como infiltrados. Este personaje, del que poco sabíamos comienza a mostrarse como un poderoso enemigo poderoso e influyente. Además, ahora sabemos que Law fue parte de su tripulación, de ahí que conozca a Vergo y sus planes. La saga cada vez se complica más, trayendo nuevos enemigos y también viejas amenazas, haciendo que gane en intensidad. A destacar ese paralelismo entre esta saga y la de Arabastra, donde de nuevo tenemos a Luffy y Smoker encerrados juntos en una jaula, como Robin hace recordar, todo un guiño entre la anitgua y nueva etapa del manga.
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