No creáis que me he vuelto loco. Tenía una idea bastante aproximada de lo que iba a ver y no se ha ido mucho.
Me gustan las películas apocalípticas bien sea debido a catástrofes o invasiones extraterrestres (rarito que es uno) y no podía dejar de verla.
El ejemplo más reciente de este tipo de cine que consumí (con toda la intención de la palabra) fue Skyline y pensé: "Ey, no puede ser peor que aquello".
Y efectivamente la película no es mala del todo aunque no me atrevería a decir nada más.
¿Es ciencia-ficción? Desde luego que no.
¿Es de acción? Sin duda, no hay otra cosa. Y es que si buscáis una historia filosófica de las reacciones de la mente humana ante lo desconocido y hostil buscad otra película.
La describiría como un reguero de balas, explosiones, gritos y tópicos en los que los protagonistas, un grupo de Marines, deben rescatar tantos civiles como puedan de su zona asignada.
Posteriormente, en todo un alarde de americanidad (toma ya), valentía y humanidad pasan de las órdenes y se quedan a echarse unos tiros como buenos soldados.
Lo único que me ha gustado especialmente ha sido el tratamiento del combate desde el punto de vista de las acciones del soldado, recordándome a Black Hawk Derribado.
La interpretación del protagonista es lo mejor del filme. Un Aaron Eckhart (Harvey Dent/Dos Caras en El Caballero Oscuro) que da vida a un sargento del cuerpo de Marines cansado y con algunas bajas a cuestas. Mi querido Aaron se ve acompañado por Bridget Moynahan (Yo, robot) y Michelle Rodríguez (SWAT, A todo gas).
El director y padre de la criatura es Jonathan Liebesman, que nos propone 116 minutos de acción sin más pretensiones.
En definitiva, si os apetece pasar un rato de tiros y efectos especiales es una buena elección.
Si buscáis otra cosa, mejor dejadla pasar.
Me gustan las películas apocalípticas bien sea debido a catástrofes o invasiones extraterrestres (rarito que es uno) y no podía dejar de verla.
El ejemplo más reciente de este tipo de cine que consumí (con toda la intención de la palabra) fue Skyline y pensé: "Ey, no puede ser peor que aquello".
Y efectivamente la película no es mala del todo aunque no me atrevería a decir nada más.
¿Es ciencia-ficción? Desde luego que no.
¿Es de acción? Sin duda, no hay otra cosa. Y es que si buscáis una historia filosófica de las reacciones de la mente humana ante lo desconocido y hostil buscad otra película.
La describiría como un reguero de balas, explosiones, gritos y tópicos en los que los protagonistas, un grupo de Marines, deben rescatar tantos civiles como puedan de su zona asignada.
Posteriormente, en todo un alarde de americanidad (toma ya), valentía y humanidad pasan de las órdenes y se quedan a echarse unos tiros como buenos soldados.
Lo único que me ha gustado especialmente ha sido el tratamiento del combate desde el punto de vista de las acciones del soldado, recordándome a Black Hawk Derribado.
La interpretación del protagonista es lo mejor del filme. Un Aaron Eckhart (Harvey Dent/Dos Caras en El Caballero Oscuro) que da vida a un sargento del cuerpo de Marines cansado y con algunas bajas a cuestas. Mi querido Aaron se ve acompañado por Bridget Moynahan (Yo, robot) y Michelle Rodríguez (SWAT, A todo gas).
El director y padre de la criatura es Jonathan Liebesman, que nos propone 116 minutos de acción sin más pretensiones.
En definitiva, si os apetece pasar un rato de tiros y efectos especiales es una buena elección.
Si buscáis otra cosa, mejor dejadla pasar.
A mí me gustó mucho esta película hace poco la volví a ver en HBO ya que es una de las filmes online que tiene disponible en su plataforma y creo que la trama es muy bien y claro tiene su toque irreal, pero que sería de estas películas sin ese toque.
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