Volvemos al presente tras el flashback de la infancia de Luffy. Por una lado, Garp vuelve a Villa Fushchia, donde a pesar de mantenerla bajo su protección, no es bien recibido por Dadan, quien le recrimina de dejar morir a Ace. Makino, por su parte, intenta poner paz diciendo que el máximo perjudicado es Luffy, que ha perdido a su hermano y nadie sabe nada acerca de su paradero.
Mientras, en una isla desconocida, los piratas de Barbablanca y los de Shanks celebran el entierro de su capitán y de Ace en una solemne ceremonia. Parece que Shanks también se preocupa por Luffy, el cual deberá aprender a asumir las derrotas para poder ser un gran pirata.
Por último, Luffy sigue en la Isla de las Mujeres culpándose de no poder haber salvado a su hermano. Jinbe se ve obligado a actuar, de lo contrario Luffy destrozará la isla y su cuerpo, haciéndole ver que todavía tiene motivos por los que seguir adelante: sus nakamas.
Un capítulo muy emotivo donde vemos a muchos personajes y sus reacciones tras la guerra. Sin duda lo mejor el encuentro entre Dadan y Garp con Makino de por medio, cargado de rabia y tristeza y el funeral de Barbablanca y Ace, muy emotivo.
Lo peor, como viene siendo costumbre, la animación, en muchos momentos muy mejorable y el relleno, aunque en esta ocasión justificable y breve.
Ahora vienen los capítulos sobre el resto de mugiwaras, donde espero que no metan mucho relleno y se pueda avanzar en la historia.
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