Cuando ves por primera vez a Kvothe detrás de la barra de la posada Roca de Guía, sabes que no es un personaje corriente. Hay algo en él que hace que no termine de encajar en el papel de tabernero que ha escogido y que, sin embargo, acepta con resignación. Justo cuando Kvothe parece que va a entregarse a una vida anodina, el Cronista, historiador oficial de la Mancomunidad, llega a la posada dispuesto a conocer la verdadera historia de un hombre que, sin llegar a alcanzar los treinta años, ya se ha convertido en leyenda.
Lo primero que conocí de este libro fue el tráiler que os he puesto, y me encantó. Por lo visto, no solo me gustó a mí sino también a los de Antena 3 que lo usaron para promocionar la serie Hispania.
Bromas aparte, el libro, que es el primer tomo de una trilogía, está bien pero al principio peca de ser un poco lento (hasta pasadas 150 páginas, la cosa no se anima). Después de ver el tráiler sabes que es una novela de personaje, la forja de un héroe, y la etapa de verdadera formación se hace esperar. Existe la convención de que todos los héroes deben seguir un camino plagado de dificultades para llegar a convertirse en héroes. Ulises vagó durante años en el mar hasta poder llegar a Ítaca, Hamlet se entera del asesinato de su padre y tiene que sortear varios contratiempos para poder llevar a cabo su venganza, incluso el héroe paródico, representado por Don Quijote, peregrina por España para poder consagrarse como héroe. Por eso, cuando Kvothe se enfrenta a las primeras dificultades la historia se hace mucho más dinámica y engancha hasta el final.
Los héroes modernos deben tener, además, otra característica y es que deben ser humanos. Creo que los cómics han sabido adaptarse bastante bien a esta nueva concepción de héroe en la medida de que los superhéroes no solo se dedican a salvar el mundo sino que tienen problemas individuales, debilidades y defectos que lo completan como personaje. En literatura fantástica, la cristalización de este concepto puede verse magníficamente en la saga de G.R.R. Martin, Canción de hielo y fuego. Sin embargo, creo que el protagonista de El nombre de el viento presenta algunas carencias a este respecto.
Para acabar, me gustaría dejar un buen sabor de boca destacando lo que más me ha gustado del libro. Creo que Patrick Rothfuss ofrece una explicación muy original del funcionamiento de la magia (en el libro, simpatía). Al tratarse de una narración en primera persona, se hace más difícil pero sortea hábilmente esta dificultad haciendo bastante interesantes los fragmentos en los que tiene que explicar cómo la magia fluye a través del personaje.
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