9 may 2011

Sherlock, la serie




Sherlock Holmes es uno de los personajes que más se ha llevado al cine y es que este personaje tiene algo especial. Sin ir más lejos, la secuela de la película de Guy Ritchie Sherlock Holmes: A Game of Shadows verá la luz este mismo año.

Pero no solo el cine ha sacado partido del emblemático detective, también ha sido el protagonista de varias series de televisión. Hace poco me enteré de que en octubre de 2010 la BBC emitió la serie Sherlock, una apuesta de la cadena inglesa para relanzar al personaje de Conan Doyle. Para no convertirse en la enésima representación del personaje, el reto que se propuso la BBC fue ambientar las historias en el Londres del siglo XXI. La verdad es que es una propuesta bastante atrevida pero que da buen resultado.

Hasta la fecha solo he visto el piloto que dura, por cierto, hora y media. En él vemos a un nuevo doctor Watson (interpretado por Martin Freeman) que pasa a compartir un piso en el 221B de Baker Street con un extravagante "detective asesor" llamado Sherlock Holmes (Benedict Cumberbatch). De momento, puedo decir que los esfuerzos por adaptar los medios y los personajes al siglo XXI son bastante simpáticos aunque en ocasiones pueden chirriar un poco como es el caso del profesor Moriarty. En la misma serie se dice que "la gente normal" no tiene archienemigos aludiendo a este personaje. También es una lástima que algunos personajes estén caracterizados de forma tan simplona (en general, todo el cuerpo de policía). Sin embargo, salvando algún que otro detalle de ese tipo, puedo decir que en general me ha gustado. Creo que uno de los méritos de la serie es el modo de presentar las pistas, que es de lo más original, puesto que se evitan el típico diálogo forzado o una voz en off.

La primera temporada cuenta con tres episodios de 90 minutos cada uno pero la BBC ya ha anunciado una segunda temporada para otoño de este año.

1 comentario:

  1. Tratándose Sherlock Holmes, el notable detective, cuyos métodos de deducción siempre me han fascinado, tenía que ver esta nueva adaptación de las obras de Conan Doyle. Sin embargo, recuerdo mis serias dudas acerca de si llegaría a gustarme, ya que uno de los aspectos que encuentro más atractivos e imprescindibles del Canon holmesiano es la ambientación victoriana. Para mi grata y gran sorpresa la modernización resultó genial, y pude disfrutar de una serie inteligente y sumamente fiel en espíritu a los personajes que la inspiran.

    Es destacable el modo en que, con recursos relativamente sencillos, como los textos indicadores del pensamiento de Sherlock mientras la cámara se fija en los detalles que él examina, los realizadores logran muy acertadamente, hacernos entrar en la hiperactiva mente del detective, y seguir así sus procesos intelectuales.


    Ahora espero impaciente la segunda temporada, deseando que las series británicas tuviesen más episodios.

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