15 sept 2011

Crítica a True Blood 4x08


Después de que Marnie consiguiera llevar a cabo su hechizo y forzar a los vampiros a la luz del día, Bill Compton llega a la conclusión de que este asunto debe zanjarse cuanto antes por lo que concierta una cita con la bruja de Logroño en el cementerio de Bon Temps.

Por suerte, el nuevo Rey de Louisiana no acudirá solo. Sookie y otros vasallos se unen a su causa para ayudarle en todo lo que sea necesario y conseguir evitar la masacre indiscriminada de vampiros. Por su parte, Marnie se ha hecho una líder poderosa y cuenta con varios seguidores entre los cuales está Tara, la mejor amiga de Sookie.

Tommy, el hermano de Sam Merlotte, trata de iniciar una nueva vida y, como todo el mundo sabe, eso requiere dinero. Por eso, tras ser repudiado por su hermano decide sacarle partido a sus nuevas habilidades como cambiaformas.

Junto con Tommy, otros personajes que tendrán que plantearse un nuevo comienzo son Jessica y Hoyt al ver que su relación ha llegado a un punto de no retorno.

Finalmente, en este episodio conocemos algo más sobre la mujer que canta nanas al bebé de Arlene y, tal y como sospechábamos, no es lo único que quiere hacer en el mundo de los vivos.

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